
Tiene un gobierno, una constitución, emite pasaporte, su propia moneda y realiza elecciones democráticas; sin embargo nadie lo reconoce como país.
En el norte de Somalia está Somalilandia, un estado de reconocimiento limitado. Declaró su independencia en 1991. En el pasado fueron estados separados. Esto se debe a que, durante la época de la Europa colonizadora, Somalilandia formaba parte de la denominada como “Somalia británica”. En 1960 se llegó a un acuerdo para la independencia de Somalilandia, apoyado por más de treinta países. Sin embargo, cinco días después, la parte de la “Somalia italiana” se independizó, y estos dos estados acordaron fusionarse para crear la actual República de Somalia.
Si algo se puede destacar de esta curiosa situación son las características políticas del “país” con respecto a los demás de su zona geográfica. Su “privilegiado” sistema político comparándolo con sus países vecinos. Somalilandia, sin ser una democracia perfecta como Islandia o Noruega; posee unas bases que puede hacer pensar que serán una nación mucho más igualitaria en un futuro no tan lejano.
Somalia es un país en el que, el gobierno no tiene ningún tipo de soberanía en su territorio; sin embargo, en Somalilandia hay un estado bastante democrático; las elecciones están supervisadas por miembros internacionales, hay variedad de partidos y existe una alternancia en el poder. Además, en Somalilandia existe la división de poderes. Tiene una constitución aprobada en 2001 por un referéndum popular. Tiene su propia moneda: el chelín somalilandés, su propio pasaporte, su propia policía, bandera y ejército. Sin embargo carece del reconocimiento de la comunidad internacional. Todos los países de la comunidad internacional reconocen el control de Somalia sobre el territorio de Somalilandia.
Los países de la ONU piensan que reconocer a Somalilandia podría desencadenar numerosos reclamos territoriales por parte de otros países de África, cuyas fronteras no corresponden con la realidad étnica o social de los países. Un ejemplo se puede ver con el caso del Sáhara Occidental: la Unión Africana reconoce a este territorio como un estado, pero la ONU no hace lo mismo para evitar conflictos territoriales en la zona.
Somalilandia sigue en búsqueda del reconocimiento por parte de la comunidad internacional, y sus acercamientos a países de su alrededor no son novedad. Llegó a un acuerdo con Emiratos Árabes Unidos, que consistía en la construcción de un puerto y una base militar en el país. Además, ha entablado conversaciones con otro estado de reconocimiento limitado: Taiwán.
Si bien es cierto que tiene sus deficiencias como la escasa libertad de prensa y las continuas sequías de la zona, la situación política de la región anima a pensar que construirán un estado más democrático en un futuro, y que podría ser el siguiente país en ser reconocido por la comunidad internacional.
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