Rara vez pasa una semana sin la intervención de la planta de cannabis. Están repartidos por toda la península . A veces, los cultivos se cultivan en viveros interiores elaborados, a veces al aire libre. A veces las detenciones son realizadas por la Guardia Nacional y otras veces por la Policía Estatal. El objetivo de quienes se dedican a esta actividad ilegal es siempre sacar un beneficio rápido y jugoso, ya que es un cultivo muy rentable: 1.500 o 2.000 euros el kilo. El teniente Miguel Ángel Ruiz, de la Unidad Contra la Delincuencia Organizada y Antinarcóticos (EDOA) de la Guardia Nacional de Málaga, cree que la producción en la fábrica ha aumentado y las fuerzas de seguridad informan ahora de más incautaciones. «Pero cualquier estadística que te demos es incorrecta porque solo tienes lo que obtienes», dijo.
Cuantos más gramos obtienes de cada planta, mayor es la pureza, más rentable, más cajas. Así florecen los cultivos de interior, donde el productor, como un auténtico agrónomo, cuida todos los detalles. Desde la calidad de la semilla, los nutrientes del suelo, la humedad ambiental, la temperatura ambiental.

El cultivo de marihuana se castiga con uno a tres años de prisión. El código penal español ha sido tibio a la hora de castigar el delito y es más barato, en España los compradores pagan 1.500 o 2.000 euros el kilo en Alemania tienen que pagar unos 5000 euros .
En resumen este es un negocio muy lucrativo que no va a hacer más que expandirse por la creciente demanda de este producto y la falta de mejores opciones para aquellos que se ven obligados a emprender esta peligrosa aventura.