“Un desastre sin precedentes”, así describen la situación desde el gobierno de Tonga tras la erupción de un volcán submarino que ha dejado sin vida a al menos tres personas, además de varios heridos. La erupción del volcán Hunga Tonga Hunga Ha’apai es considerada la de mayor fuerza en todo el mundo desde hace tres décadas. Se han detectado graves daños en las aldeas, sobre todo en las islas exteriores del archipiélago, además han quedado las aldeas llenas de ceniza y edificios enteros han sido arrancados. Además, se pueden observar numerosos escombros, y en las Lomas más altas se han instalado lonas que actuarán como refugios por el momento. En otras islas cercanas la mayor parte de los edificios de la costa han quedado completamente destruidos a causa del tsunami generado tras la erupción volcánica.
Según el comunicado del Gobierno, los trabajos que implican asistencia se ven perjudicados por la ceniza volcánica que aún flota en el ambiente. La ceniza ha cubierto la pista del aeropuerto internacional del país completamente, por lo tanto por el momento no está en uso, aún así, hay cientos de voluntarios barriendo esa superficie para permitir que los aviones despeguen y aterricen en este aeropuerto, ya que es necesario que los aviones puedan transportar determinada ayuda de primera necesidad, por ejemplo, medicinas, alimentos, o simplemente agua potable.
Las comunicaciones también quedaron completamente interrumpidas por la erupción, ya que el único cable submarino que conecta Tonga al resto del mundo fue cortado. Por esta razón el internet no está disponible por el momento aunque ha sido posible restablecer algunos servicios telefónicos.
La Cruz Roja ha estimado que de los 105.000 habitantes de este país, al rededor de 80.000 personas han sido afectadas por esta catástrofe natural.
El Juvenil 