La primera década del siglo XXI en el mundo de la moda no puede ser más que descrita como caótica. Ciertas tendencias que en su día fueron llevadas y consideradas por todo el mundo como innovadoras y brillantes, al echar la vista atrás no son más que recordadas como conjuntos incoherentes y antiestéticos. ¿A qué se ha debido este cambio de opinión? ¿Realmente eran tan horribles las prendas? Algunos opinan que la palabra aberración se queda corta, mientras que otros piensan que son exageraciones de las nuevas generaciones, al comparar las tendencias pasadas con las actuales y ver los contrastes, y animan a muchas empresas a apostar por recuperar prendas olvidadas de esos años “turbios” para las nuevas colecciones de este 2022.
Una pieza intemporal de la década de los 2000’s han sido los low-rise jeans o vaqueros de tiro bajo, que pese a que han perdido mucha popularidad y han decaído notablemente en ventas por la llegada de los high-rise jeans o vaqueros de tiro alto como nueva moda entre los jóvenes, siguen estando presentes en las vidas de muchos que prefieren dar a su estilo un toque más retro, y más si estos son cargo ya que también fueron de gran importancia en el mundo de la moda.
Solían combinarse normalmente con los conocidos cropped-tops para acentuar la tripa que dejaba ya de por sí al descubierto el pantalón y este elemento es otro que aún sigue perdurando en nuestros días aunque sustituyendo en general la parte inferior por la nueva tendencia ya mencionada. A veces esta moda era un acierto como prenda; otras, un error espantoso.
Pero en cuanto a errores espantosos no hay nada que iguale la tendencia de mezclar pantalones con faldas por encima, igual de inexplicable que incómoda y desagradable visualmente. La finalidad supuestamente era darle color o volumen a los conjuntos de tal manera que destacasen y desde luego lo hacían, pero no con la respuesta deseada.


Los conjuntos de chandal de terciopelo monocromáticos por otro lado siempre han sido considerados una de las mejores modas de aquella época, traídos por la marca Juicy Coutume, de la cual artistas como Britney Spears o Paris Hilton eran madrinas. Desafortunadamente, conforme los años fueron pasando quedaron en un segundo plano hasta su desaparición y hoy en día son de los elementos más añorados, habiendo sido intentado recuperarlos mediante imitaciones en numerosas ocasiones sin éxito.

Pasar desapercibido no era una opción con toda la mezcla de colores llamativos en prendas que utilizaban, pero lo que sin duda marcaron los conjuntos de esos años por su extravagancia fueron los accesorios. Ningún conjunto podía llevarse puesto si no contenía como mínimo un accesorio, ya sea collares, pulseras, cinturones, gafas de sol, pendientes, sombreros o bolsos, y si eran todos juntos al mismo tiempo, mejor. Cuanta más incoherencia hubiese con las combinaciones más solía gustar el look y esa es una de las cosas que hacen que hoy en día la sociedad se avergüence de esos oscuros tiempos. Y cómo olvidar las tachuelas, lentejuelas y otros detalles decorativos en prendas que deslumbraban a cualquiera con tan solo mirarlas.


Tiene que ser admitido que algunas tendencias en comparación con otras son aceptables e incluso actualmente serían bien acogidas pero ya se ha demostrado que otras no dejan más remedio que recordar la etapa entera de la década pasada como un batiburrillo de elementos muy dispares sin sentido ni estética. No dejan más opción que recordarlos como los caóticos años 2000´s.