El 14 de mayo de 2021, el seleccionador español Luis Enrique Martínez hizo pública su lista de jugadores convocados para disputar la Eurocopa de ese verano, y la lista fue muy discutida, el mínimo número de jugadores convocados, 24, con Unai Simón, David de Gea y Robert Martínez en portería, primera polémica, los porteros españoles desde Iker Casillas y esa edad de oro de De Gea, han bajado mucho en cuanto a calidad, y encima viendo la catastrófica temporada de David en Inglaterra, y la poca experiencia de Unai en torneos internacionales, muchas dudas surgieron en cuanto a cómo planeábamos defender el juego tan ofensivo de países como Italia, grandes favoritos por entonces. En defensa, José Gayà, Jordi Alba, Pau Torres, Laporte, Eric Garcia, Diego Llorente, Azpilicueta y Marcos Llorente; más sólido que en portería pero muchas dudas respecto al recién españolizado Aymeric, los tan inexperimentados Eric y Diego y la ausencia de jugadores como Sergio Ramos o Jesús Navas, aun así no eran todo contras pues teníamos al recién coronado como capitán en champions Azpilicueta o jugadores en muy buena forma como Marcos Llorente. El medio en cuanto a España ha sido una posición muy disputada, casi por tradición, pero al ver dos nombres como Thiago y Fabián, que por lesiones y otros temas, no tuvieron para nada una buena temporada, saltaron las alarmas. Jugadores como Luis Alberto o Mikel Merino, que siempre pasan por debajo del radar, hubieran sido sustituciones útiles, jugadores creativos, un poco más físicos, y sobre todo, en forma. Y para terminar, la delantera, Dani Olmo, Mikel Oyarzabal, Álvaro Morata, Gerard Moreno, Ferran Torres, Adama Traore, Pablo Sarabia. Adama Traoré, con 1 g/a en esa temporada, no era de las mejores opciones en cuanto a ser prolífico, que era lo único que nos faltaba en el ataque, también para algunos sobró Álvaro Morata, a falta de un killer en mejor forma como Iago Aspas o Iñaki Williams, por lo demás, una delantera relativamente sólida.
Esta fue la plantilla que llevaríamos a la Eurocopa, una Eurocopa con un talento nunca antes visto, Italia es una racha récord de más victorias en una Eurocopa, (incluyendo fases de clasificación), 15 victorias. Portugal con un equipo con mucho talento ofensivo, Joao Félix, Pedro Neto, Fabio Silva, Rafa, etc… Alemania con una plantilla muy fuerte, sin puntos débiles, Inglaterra con una generación de oro, Sancho, Rashford, Mount, Grealish, etc… y Francia… hablaba por si sola.

Ya en el torneo, empezamos muy lento en la fase de grupos, con posesiones laboriosas que dolían a la vista, contra equipos que estaban más cómodos quedándose atrás esperando a nuestro error, que nosotros con la bola. Pero una vez salimos de esa fase y avanzamos a las eliminatorias, fuimos mejorando, sin perder el estilo de juego, y calibrando la defensa, dado que arriba no había demasiados resultados hiciéramos lo que hiciéramos. Y nos abrimos un hueco entre los favoritos, es más, nos enfrentamos contra los claros favoritos, Italia, con un juego inaudito en ese país, ofensivamente muy potentes, con una confianza que a muchos equipos les faltaba, y completamente destrozando defensas. Y continuamos con nuestra racha y nuestro juego, dominando a los Azurri con la bola, no dejándoles atacar, tuvimos una ocasión que Morata falló (después de llevar un torneo de altibajos), y después de va y vienes durante el partido, conseguimos marcar un gol, gracias al mismo que falló el anterior, Álvaro Morata, (confirmando los altibajos) y parecía que nos encaminábamos hacia la final, pero los italianos eran incansables en la presión, y esta persistencia culminó en Federico Chiesa arrancándonos un gol con un tiro de precisión clínica. Después de una prorroga en donde ningún equipo tenía energía ni ganas para atacar, llegamos a penaltis, y confiamos en Unai, que después de su error garrafal en la fase de grupos, se había reconvertido en un héroe, salvándonos de varias tandas seguidas, íbamos empatados cuando Unai le paró su penalti a Jorginho, uno de los mejores tiradores del mundo y el mejor para Italia, y le tocaba al hombre del momento, Morata, y, una vez más, falló, esta vez si que nos enterró bajo tierra, y perdimos contra los eventualmente ganadores del torneo.

Obviamente dolió perder, sobre todo en semifinales, en tanda de penaltis y jugando como jugamos contra Italia, pero las sensaciones que sacamos fueron muy buenas, y empezó a salir la pregunta ¿Cuál es el secreto? Fuimos con una convocatoria que muchos tacharon de las peores de la historia, con muchas ausencias y sin embargo con el mínimo de jugadores necesarios, con ninguna posición verdaderamente solidificada, y cuando empezó a fluir el juego, Unai paró todo, desde penaltis hasta estiradas sobrehumanas, Pau, Azpi Eric y Jordi empezaron a hacer clic en defensa, y a saber sacarla jugada de atrás, Pedri haciendo milagros partido tras partido tras partido, Sarabia renovándose y ayudando en ataque, Morata encontrándose a sí mismo, aunque perdiéndose varias veces, y en general la plantilla llegó mucho más lejos de lo que cualquier persona habría apostado, cualquier persona, menos una, Luis Enrique Martínez García.
Más tarde, en septiembre, nos encontrábamos en la semifinal de la Nations League, claro que no es el torneo más importante, pero no nos enfrentábamos contra un país cualquiera, nos volvimos a ver con Italia, buscando venganza, y cobramos lo que quisimos, Ferrán haciendo Auto-propaganda una vez más con una magia que hacía mucho tiempo que un español tenía en el terreno de juego, recordándole a Pep quien de verdad es, y pasamos a la final relativamente fácil, contra una Italia agotada, sin fuerzas para presionarnos la salida de balón a partir del descanso, y frustrada.
Final, este es el momento de volver a demostrar al mundo de lo que somos capaces, y que mejor ocasión que contra Francia, el gigante del fútbol. Salimos con el once de gala con dos cambios, Marcos Alonso por Jordi Alba, y Gavi por el lesionado Pedri, con la tradicional 4-3-3, retomando el juego español original, Francia hizo lo suyo, y salió con una alineación casi ideal, Hugo Lloris bajo palos, línea de tres centrales con Kimpembe, Varane y Koundé, como carrileros Theo Hernández en la izquierda en la otra banda Pavard, Pogba y Tchouaméni de pivotes, Griezmann de 10, y de delanteros Benzema y Mbappé. Las únicas bajas importantes fueron Kanté y un hipotético Lemar, dado que está recogiendo una muy buena forma en el Atlético.

En el partido, nos adelantamos después de una gran presión y jugada de Gavi, que culminó en un muy buen tiro de Oyarzabal para poner el partido cuesta arriba para los galos, sin embargo, según Francia sacó, Karin Benzema marcó un completo golazo desde la esquina del área, que Unai rozó levemente, pero no pero que no consiguió parar, Benzema le dio mucha fuerza y salió un cohete que se estalló en la escuadra derecha para empatar de una forma muy espectacular el partido.
Más tarde, llegó el momento más polémico del partido (y eso que no pitaron penalti después de una mano de Koundé que fue calificada como posición natural), Theo Hernández mandó un pase entre líneas para Mbappé, que estaba claramente adelantado a la línea de fuera de juego y Eric García en un claro intento de despejar el balón, se tira, pero no le da con suficiente fuerza y solo consigue desviar el pase un poco, por lo que el delantero del PSG cogió la bola, hizo una bicicleta, y la metió por el primer palo, dejando sin opción a Unai, después de protestar al árbitro este determinó que Eric intentó hacer un pase, y simplemente lo falló, por lo que no era fuera de juego. 15 minutos después el partido se acaba y Francia sale victoriosa del partido. Pero después de haber perdido la Eurocopa en tanda de penaltis por un error individual, y la Nations League por un gol de uno entre un millón y otro que era fuera de juego, volvió a surgir la pregunta de ¿Cuál es el secreto? ¿Cómo con estas convocatorias sin sentido, sin sistemas nuevos y que son predecibles, hemos llegado tan lejos?

La respuesta se encuentra en Luis Enrique y la confianza en el equipo, él es un entrenador que muy a menudo se infravalora porque su única temporada de éxito se dio con una plantilla que podía batir a cualquier equipo en el Barcelona. Sin embargo, Luis Enrique es un ojeador nato, y sabe perfectamente qué jugadores tienen valor y talento de verdad, y sabe que sistema usar y como jugar a cada uno. Él ve algo que los demás no, y por eso sus convocatorias son siempre tan criticadas, aún cuando llegan tan lejos contra países tan fuertes en torneos. Sabe diferenciar la opción fácil de la opción buena, por lo que mientras que habría sido mejor sacar a Morata en la Eurocopa, confió en el por qué sabía que era capaz, y aunque nos eliminara él, también nos clasificó, también podría haber puesto a Thiago en vez de Gavi, sin embargo le dio la importancia y peso que se merecía, y Gavi demostró su talento y porque se merece el respeto de su seleccionador.
En general, la clave se encuentra en Luis Enrique, es versátil en cuanto a estilos de juego, en defensa en transición y en ataque, conoce a sus jugadores como ningún seleccionador y sabe a la perfección de lo que cada uno es capaz, y siempre hace encajar las piezas para contrarrestar el juego del rival, sin perder el propio, con clase e inteligencia, dos palabras que han definido a nuestra selección durante años. Ha sabido no perder la identidad, y abordar los torneos sin miedo y con confianza en la selección, y ha sido la clave de nuestro éxito a lo largo de esta generación.