En la tarde del domingo, se disputó el encuentro de la jornada entre estos clubes hermandados. Bajo los focos del Metropolitan, los locales se llevaron un triunfo importantísimo para seguir peleando por posiciones europeas. El partido empezaba con un emotivo minuto de silencio para la leyenda de Marcos Alonso, recientemente fallecido.
No tardó el atlético en romper líneas por medio de un pase milimétrico de Koke a Nahuel Molina, que el argentino no dudo en desperdiciar mandando la bolea al cielo de Madrid. Esta falta de contundencia en el último cuarto de campo sería lo que caracterizó el partido de ambos equipos.
Los minutos pasaban, y los equipos desesperados ante la imprecisión, decidieron jugar con cada vez más verticalidad. Ya en el 36 de la primera parte, un pase al hueco de “Angelito” Correa para Carrasco dejaba al belga en una posición privilegiada a escasos metros de la portería contraria. Remato con intención al palo largo, pero una parada fantástica de Julen Agirrezabala impidió que se adelantasen los del cholo. El portero de los Txingurris estuvo excepecional los 90 minutos.
Una jugada se repetía durante todo el encuentro. Tanto Muniain como Dani García buscaban desesperados los desmarques de los hermanos Williams, que aparecieron, pero también apareció el muro mozambiqueño con el que ya tuvieron pesadillas en el partido de la ida en San Mamés. Reinildo firmó un partido para enmarcar, metiéndose en el papel de ángel de la guarda ante la incompetencia de Mario Hermoso.
Se acaba el primer tiempo de forma amarga. Ninguno de los dos estaba consiguiendo lo que se habían propuesto.
Empieza la segunda, y tardó menos de 4 minutos el carrilero belga de la barba en cruzar un derechazo a bocajarro a la portería de los visitantes. De nuevo paradon del guardameta vasco que volvía a salvar a los suyos. Tampoco tardó el pequeño de los Williams en responder con contundencia. Un pase magnífico de Muniain dejaba a Nico con muchos metros libres por delante. El internacional con España hacia un recorte magnífico mandando a Mario Hermoso de vuelta al túnel de vestuarios, y remataba con un derechazo al primer palo. No pudo sorprender a Oblak, que supo reaccionar con velocidad y precisión para evitar que los suyos se pusieran por detrás en el marcador.
Después, ya en el 72 y con Memphis en el campo por Carrasco llegaba la jugada del gol. Un ligero toque a trompicones de Memphis dejaba al principito Griezmann solo con metros para correr. El francés galopaba y a un metro dentro del área, mandaba un zurdazo diabólico al palo largo de la portería de Julen. Nada pudo hacer el portero, y ya son 7 goles en liga para Antoñito.
Quedaba poco para el final, y los del cholo intentaban conseguir el segundo. Poco pudieron hacer; Griezmann ya cansado, un Memphis muy lejos del área rival y un Morata que brilla por su ausencia. Los locales salvaban un encuentro más por la mínima y con poca contundencia, pero que levanta los ánimos de un equipo que le está costando mucho ganar en casa.
El Juvenil 