Los voluntariados: por qué no son tan nobles como crees  

Hacer un voluntariado en un país en desarrollo se está popularizando mucho últimamente y, aunque pueda parecer un acto noble y magnánimo, verdaderamente es mucho más que eso. Muchos hemos pensado en hacerlo e incluso lo hemos hecho pero, a mi parecer, se suele hacer más daño que bien. Una de las principales razones por las que considero esto es por el complejo del salvador blanco. El complejo del salvador blanco es un fenómeno que ocurre cuando individuos de antecedentes privilegiados de países occidentales, participan en voluntariados en países menos desarrollados, con la creencia de que vienen a «salvar» a la gente de su pobreza y miseria. Esta mentalidad puede ser perjudicial y perpetuar estereotipos, ya que a menudo asume que las personas de países menos desarrollados son incapaces y necesitadas del rescate de un salvador blanco y occidental, en lugar de reconocer su capacidad y habilidad para resolver sus propios problemas.

El gran problema que conlleva este complejo es que refuerza la idea de la superioridad occidental y perpetúa la noción de que las personas de países desarrollados son las únicas capaces de proporcionar ayuda y lograr cambios positivos. Esto puede llevar a una falta de respeto por las culturas y costumbres locales y también desalentar a las personas locales a tomar posesión de su propio desarrollo. Además, esto también puede llevar a una falta de comprensión por las causas fundamentales detrás de la pobreza y otros problemas sociales. Al asumir que los problemas de pobreza son tan simples que se pueden solucionar con tu pequeña aportación de alimentar a un niño o enseñarle los números del 1 al 10, los voluntarios pasan por alto los problemas complejos y sistémicos que deben abordarse para combatir estas desigualdades. Esto puede llevar a soluciones insostenibles o poco efectivas a largo plazo e incluso agravar los problemas que se pretendían resolver.

A menudo, estos proyectos de voluntariado no se coordinan con las organizaciones locales, y no se tienen en cuenta las necesidades de la comunidad local. Sin esta coordinación, los proyectos carecen de sensibilidad cultural o no abordan sus necesidades específicas, lo que puede llevar a una falta de impacto o consecuencias negativas. Además, muchos voluntarios se enfocan en proporcionar servicios básicos como educación y atención médica, esenciales para el desarrollo. Sin embargo, si los voluntarios están ocupando trabajos que podrían ser llenados por los locales, puede perpetuar el ciclo de dependencia y limitar la capacidad del país de desarrollar su propia fuerza laboral.

En definitiva, el complejo del salvador blanco es una mentalidad problemática que, bajo la máscara de benevolencia y heroísmo, oculta años de colonialismo y superioridad occidental que pretende “civilizar” a las poblaciones “salvajes” de los países en desarrollo. Mediante la exotización y romantización de la pobreza y cosificación de los ciudadanos de países en desarrollo, se refuerza la idea de “bondad innata del blanco”, reafirmando el paternalismo y la egolatría. Por tanto, para evitar que esto ocurra, es esencial que los voluntarios sean conscientes de esta mentalidad y se esfuercen por trabajar de una manera respetuosa con las comunidades locales con las que colaboran. Esto significa escuchar las necesidades de la comunidad y trabajar en coordinación con las comunidades locales, en vez de imponer ideas o soluciones propias porque “en occidente funciona así”. También significa reconocer la capacidad y resiliencia de personas en países en desarrollo y entender las causas complejas detrás de la pobreza y sus problemas sociales.

Un comentario en “Los voluntariados: por qué no son tan nobles como crees  

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: