Libertad, Democracia, Igualdad, Paz, y Estabilidad. Estos son los conceptos fundamentales bajo los cuales se construyó la Unión Europea, un colectivo que según sus mismos dirigentes se enfoca en mejorar la calidad de vida de sus propios ciudadanos. Sin embargo en la última década, desapercibido al público, la Unión, con conocimiento completo e incluso financiación ha permitido que uno de sus estados miembros viole completamente todos los principios por los que ha luchado, este estado es Hungría. Los desarrollos en las últimas semanas han marcado un quiebre de postura en Bruselas, finalmente los líderes de la Unión Europea reconocen que Hungría, bajo el liderazgo del Primer Ministro Viktor Orban representa una amenaza existencial para un grupo que se basa en los derechos humanos y el estado de derecho. Es también este cambio drástico, el que resalta la política de apaciguamiento que asumio la Unión Europea durante la última década.
Durante la década pasada un ambiente de inacción e indiferencia fue el que rodeó al Consejo Europea cada vez que se levantaba el problema de Hungría. Según Luuk Van Middlelaar, un ayudante al presidente del consejo y primer ministro belga Herman Van Rompuy, los compañeros de Orban eran renuentes a lidiar con las violaciones de la libertades llevadas a cabo por Orban, más bien dando la ilusión de ser un club de vencedores políticos donde todos se respetan por haber ganado sus respectivas elecciones. Middlelaar dice que los miembros del Consejo prefieren no lidiar con asuntos de otros miembros cuando pueden evitarlo. Sin embargo, entre aquellos que premeditadamente ignoraron las violaciones llevadas a cabo por Orban a su cabeza está la ex canciller alemana Angela Merkel. Merkel junto a su personal político por años ignoró las quejas recibidas de Orban, diciendo que era importante “mantenerlo en la familia”. Cabe destacar que esta postura de ignorancia completa se puede deber a que por los últimos 10 años varias industrias alemanas han invertido en Hungría, llegando a invertir alrededor de 7 Billones de Euros. Inversiones las cuales seguramente se verían afectadas por cualquier tipo de acción económica.

Sin embargo, el fallo más grande de la Unión Europea se dio en el 2013, cuando Viktor Orban propuso y adoptó cambios a la constitución húngara. Bajo las enmiendas de 2013 en Hungría se aprobó una nueva ley la cual limitaba las libertades de la prensa: se cambió completamente el sistema judicial, quitando la cabeza de la Corte Suprema y creando una oficina política para supervisar las cortes la cual estaba liderada por la esposa de un miembro prominente del partido. Estas enmiendas Totalitarias fueron adoptadas con el único objetivo de favorecer al partido en mandato y aumentar su control sobre el estado. Cuando sucedió esto Didier Reynders, el ministro de relaciones exteriores Belga, intentó discutir el asunto en una reunión del Consejo pero fue rechazado. Rui Tavares, el redactor del Reporte de la Unión Europea que detalla las violaciones de Hungría bajo la nueva constitución de 2013 cuenta que el Consejo Europeo no hizo nada, más bien comentando que el problema era de la Comisión Europea o de las Cortes, no de las cabezas de estado. La Constitución de 2013 habilitó el incremento de poder de Orban, pero sería la Crisis de Imigracion de el 2015 la que lo potenciaría a involucrarse más en asuntos europeos.

A comienzos de este año se espera que la Corte de Justicia Europea tome una decisión histórica respecto a si la Unión Europea tiene el poder de hacer sus fondos accesibles a sus miembros bajo la condición de que se cumplan los valores claves de la Unión. De ser aprobada, este mecanismo permitiría que Bruselas le niegue Billones de Dólares en fondos a Hungría, forzandolos a retomar los principios de Libertad y Democracia si es que quieren acceder al dinero. Mientras que es bueno que el Consejo Europeo por fin este tomando una postura contra Orban, no se puede olvidar el Fallo que nos llevó a esta situación en primer lugar. De haber actuado en su momento Orban podría haber sido parado antes de que pudiera causar daño en su propio país y entre la Unión. Sin embargo ahora nos queda lidiar con las consecuencias, una Europa la cual sabe que se puede aprovechar de la Unión Europea.
Fotos: NY Times