El 7 de octubre el Tribunal Constitucional de Polonia hizo una sentencia considerada como un desafío contra la Unión Europea aún peor que el Brexit. Mientras que el Brexit se hizo de manera legal, esta sentencia va contra los pilares básicos de la unión, el principio de primacía del derecho comunitario que dice que el Estado tiene una obligación a anteponer el derecho de la UE antes que el interno.
De la sentencia se pueden extraer dos ideas claves: la constitución polaca será priorizada frente sobre los Tratados de la Unión Europea y los jueces ya no están obligados a tener en cuenta la normativa europea si esta en conflicto con leyes polacas, tendrá que dar el veredicto según el ordenamiento estatal.
Si se da por válida, cualquier Estado se la podría aplicar y vulneraría lentamente la estructura de la Unión Europea que ha sido construida durante años. Si los pilares fundamentales de la unión no se aplican, podría suponer el fin de la UE. Mientras que esto había sido ya intentado por otros países como Alemania, nunca de manera tan brusca y tan final. El gobernante de la capital polaca también ha hecho declaraciones diciendo que la UE no debería tener nada que decir sobre el poder judicial en Polonia ya que si las leyes europeas fueran sobrepuestas a las leyes polacas, haría que su democracia fuese inexistente.
Este desafío y declaraciones son un acontecimiento sin antecedentes. La actitud nacionalista y antiduropista del Grupo de Visegrado, Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia, puede hacer que los días del pensamiento europeo común lleguen a su fin.
Sofía Fullaondo
El Juvenil 